20 Células madre derivadas de tejido adiposo y sus factores secretados para el envejecimiento de la piel

Introducción

El término de “célula madre” ha atraído cada vez más atención tanto de la comunidad científica como del público en general. Sin embargo, en muchos aspectos, aún causa confusión y dificultad el entender e interpretar la información sobre las células madre. Las mismas son vitales para los seres humanos por numerosas razones. Grupos de células madre presentes en algunos tejidos del adulto originan células de reemplazo para los tejidos que son destruidos por lesión, enfermedad o envejecimiento [1]. El conocimiento relacionado con la manera en que las células sanas reemplazan a las células enfermas o de otro modo dañadas permitiría el desarrollo de terapias médicas enfocadas en la creación de líneas celulares compatibles para reemplazar a las células envejecidas o enfermas en el cuerpo. El concepto de la medicina regenerativa usando las células madre y los factores del crecimiento del propio cuerpo para reparar el tejido podría ser realizable con la convergencia de la ciencia y la experiencia clínica para desarrollar estrategias terapéuticas alternativas para tratar el tejido dañado o enfermo. Se están poniendo a prueba asimismo terapias basadas en células madre en la ingeniería de tejidos, siendo el objetivo de ésta reparar y regenerar los órganos o tejidos dañados usando una combinación de células, biomateriales y citocinas [1–4]. Este capítulo se ocupa del tejido adiposo subcutáneo humano como una fuente prometedora de células madre del adulto. Las células madre derivadas de tejido adiposo (ADSCs) podrían ofrecer una solución al problema de la disponibilidad limitada de células humanas capaces de autorrenovarse y de diferenciarse. Las ADSCs pueden ser fácilmente obtenidas de la liposucción de tejido adiposo humano y cultivadas a gran escala y exhiben plasticidad de desarrollo de múltiples linajes. Además, las ADSCs secretan diferentes citocinas y factores de crecimiento que controlan y manejan a las células vecinas dañadas y ésta ha sido identificada como una de las funciones esenciales de las ADSCs [5–7]. Como se discute en otra parte de este libro, el envejecimiento y el fotoenvejecimiento son procesos complejos que involucran a la cascada de sanado de heridas y/o al estrés oxidativo repetitivo. Los tratamientos convencionales para el envejecimiento de la piel, tales como los dispositivos basados en luz o en radiofrecuencia y/o los peelings, han sido menos que satisfactorios debido a que su mecanismo primario es sobre todo la inducción de la síntesis de colágeno nuevo a través de la activación de los fibroblastos de la dermis.

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